miércoles, 16 de abril de 2008

LA VENGANZA DE LOS TÍTULOS



A mediados de semana, mi casilla de feed se vio llenada por la siguiente noticia: los creativos -y muy ociosos- de la Internet han puesto en la "nube" un nuevo sitio que redime el arte de los títulos. Si te gustó el comienzo de Juno, o Panic Room, y no me refiero a las primeras escenas, sino al partir de negro, los primeros subtítulos y la primera canción (esa que no se te olvida hasta la mitad de la película), éste es tu sitio.

Muchas veces me he preguntado porqué el cine ha captado más mi atención que otra cosa. Para mí, a estas alturas, ver películas es alimentarme para vivir. He llegado a ver dos nuevas pelis por día (hoy serán unas tres por semana). Y mi actitud frente a todo cambia después de estar pendiente, por un par de horas, de vidas ajenas y escenarios ficticios. En serio, lo mio con el cine es grave, tanto así que ahora degusto con pasión el inicio. Quizá la mayoría espera que todo comience de inmediato, sin tanto prólogo. Yo, en cambio, no quiero que el prólogo termine.

Ahora, hay buenos y malos comienzos. Decepcionantes y pobres, carentes de estilo. Otros, rompen esquemas y superan incluso la calidad de la película que los sigue. Unos intentan ser videos musicales; otros noticiaros; y así, hasta llegar al más clásico: fondo negro y letras blancas. Luego, corte directo, escena número uno. Incluso esos últimos me encantan. Porque todo está en la proporción entre lo que el título promete y la película entrega. Ahí está la clave.

Woody Allen es un caso emblemático. De sus más de 35 películas , casi todas han comenzado con el mismo fondo negro, música clásica y el mismo tipo de letra blanca (EF Windsor Elongated). Ya saben entonces cómo reconocer una película de Allen. Sus comienzos y títulos no dicen mucho: quizá ahí está la razón. Debes aguantar toda la película. Expectación, señores, es lo que busca Mr. Allen.


Soundline: ¿música de inicio de película? Ehm... Mejor chequeen el sitio que les di acerca de los títulos. Les recomiendo el inicio de Juno. Anda bien y la música es de Barry Louis Polisar. Nombre nuevo para nuestro record.

lunes, 14 de abril de 2008

SEQUÍA


Este año se nos viene complicado. Y no lo digo -necesariamente- por el precio del petróleo; por la baja del dólar y la alta inflació; por la subida de los planes de las isapres; por la crisis subprime norteamericana; por el potencial boicot a los Juegos Olímpicos en China; por el motor que se apagó en el avión presidencial; o porque cada vez se acerca más el fin del mundo. Algo pasa con el clima. Sobre el calentamiento global ya estamos recontra informados; la cuestión es que ahora estamos sufriendo con sus efectos. O eso tiendo a creer.

No sé si se relacionan tanto, pero el que sigamos viviendo un verano más templado se ha vuelto una pesadilla. En serio. De partida, no sabes cómo vestirte .Y no lo digo en el sentido que no sabes qué ponerte porque no estás al tanto de la moda de temporada. Sino, y más práctico que eso: cómo te vistes para no pasar calor y luego para no joderte de frío. No sé si les pasa, pero es tan crítica la situación que hay algunos que siguen ocupando short y hawaiianas. Qué onda, qué se creen... cubanos o brasileros. En cambio, otros llegan con traje de agua, abrigo de piel y botas. Quieres comprarte ropa, y los tipos de las tiendas aún no sueltan la verdadera ropa de invierno. Insisten en meterte esa polera que les sobró de la última liquidación.

Quiero lluvia. El frío no es tan de invierno, sino el viento y la lluvia. Frío hay en las noches, pero en un aire enrarecido, aún no purificado por las gotas de agua. Mi cabeza no funciona correctamente en este estado de sequía. Es más, siento que el año no ha comenzado, y que lo que hemos vivido, del Festival de Viña a la fecha, es una transición apestosa. Estamos en una sala de espera, calurosa, sin la magia del real invierno.

Necesito que las hojas caigan completamente... que las playas se desocupen de quitasoles y turistas. No quiero ver mangas y pantalones cortos. Guardemos los lentes de sol y saquemos abrigos y bufandas. La ausencia de humedad, el frío desmedido de las noches, el calor pegajoso de medio día me tienen sobnoliento, medio tumbado, agónico.

Se me secaron las ideas y por culpa del clima. Quiero que avance el ciclo y con él, la vida y sus contratiempos. Esos que te hacen contar historias y no estados de ánimo.

Que alguien ponga play.

Soundline: éste va dedicado. Hablé mal de esta banda sólo por odiar el look "crees que lo compré en la ropa americana pero me salió un ojo de la cara en tienda de diseñador". En fin, y dejando de lado su ropa y el estilo refrito, no suenan tan mal... Gracias por mencionarlos el otro día: esta cancioncita se gana el calificativo de "oreja", y está en mi ranking personal de las más escuchadas. Chequeenla. Ah! Y pa' saldar la disputa... The Shins siguen siendo notables.



 
Elegant de BlogMundi